nuestros rincones secretos ,
las manos van en busca
de lugares donde hurgar,
nuestra piel quema ,y con ella
las bocas sueltan fuego,
sumergiéndose dos cuerpos
en un loco frenesí.
Descendemos pegados
al infierno de los pecados,
somos volcanes en erupción
vomitando gritos y gemidos
del cráter de nuestras gargantas ,
una lava de placer se extiende
devorándonos la piel .
De pronto cesa la tormenta,
una extraña satisfacción
deja muda la lujuria,
tan solo se escuchan susurros
que llegan descalzos al oído,
solo queda un cálido olor
de dos cuerpos desnudos
entre sabanas ya muertas,
las bocas se besan con ternura
callan y se alejan.
ella me mira
del mismo modo
que la miro yo,
nuestros ojos brillan
como preciado cristal,
algo ha cambiado en ellos,
vacios quedaron de pasión
pero descansan llenos de placer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario